SALMONELLA ENTERICA: UN ALIADO EN LA TERAPIA CONTRA EL CÁNCER

¿Que ahora las bacterias se están utilizando contra el cáncer? ¿Pero no se supone que son malas? ¿No me voy a poner más enfermx aún? No os pongáis nerviosxs!

 Repasaremos algunas de las funciones del sistema inmune y características de las células cancerosas. Además aprovecharemos para ver una de las novedosas y curiosas terapias que se están investigando para luchar contra el cáncer.


Salmonella enterica es una bacteria anaeróbica facultativa, eso quiere decir que se apaña tanto en medio con oxígeno como en medio sin, aunque prefiere que no haya O2. Esta bacteria causa la conocida salmonelosis, intoxicación alimentaria que se caracteriza por parición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náusea, vómitos…

Visualización S.enterica bajo el microscopio - CC
Ey, espera… ¿una bacteria que me causa cagalera se está utilizando como terapia contra el cáncer? Déjate… Que no cunda el pánico! Sí, recientemente se ha demostrado que S. enterica tiene propiedades importantes para ser considerada como agente terapéutico contra el cáncer.
Un tumor no puede desarrollarse si no existe tolerancia por parte del sistema inmune (SI) de la persona que lo padece. Lo ideal sería que nuestras células del SI detectaran las células cancerígenas como células extrañas y malignas, y fuesen a por ellas sin piedad. Pero para quebradero de cabeza de los investigadores esto no sucede así. Las muy sucias  escapan del SI, y la estrategia que siguen para evadirlo y poder perdurar es, entre otras, el reclutamiento de linfocitos T reguladores (los encargados de regular y disminuir la respuesta inflamatoria) para crear un ambiente inmunosupresor. De esta forma pueden seguir creciendo e invadiendo tejidos sin que el resto del SI las moleste.

Una de las estrategias terapéuticas seguidas para intentar atacar a las células cancerosas es intentar promover la respuesta inflamatoria evitando que se genere un ambiente inmunosupresor en las periferias del tumor, promoviendo así la actuación de las células del sistema inmune contra el cáncer. En otras palabras, convencer a las células de ataque del SI que no se dejen engatusar por el ambiente inmunosupresor que las tiene encandiladas y que vayan de una vez por todas a por el tumor.


Parece fácil llegar a esa conclusión… pero en la práctica no lo es. Para que las células del SI ataquen deben detectar inflamación en el medio, es decir la presencia de agentes considerados  extraños que estén alborotando nuestro organismo. Y al fin y al cabo las células cancerígenas no dejan de ser nuestras por lo que nuestro SI no es que sea tan torpe e incompetente es que esas células le resultan conocidas, aunque sea de vista, y no va directamente a por ellas.

Reclutamiento de las células de SI al tumor atraídas por la presencia de S.enterica. Imagen adaptada a partir de diversas imágenes CC
Aquí es donde entra nuestra invitada estrella, S. entérica. Esta bacteria anaeróbica presenta un gran tropismo por las células cancerosas, es decir se siente especialmente atraída por el ambiente tumoral. Ya sabéis sobre gustos no hay nada escrito. ¿Y esto por qué? Debido a la hipoxia (ausencia de oxígeno) características del microambiente tumoral y la alta concentración de nutrientes acumulados. Es decir, allí encuentra el ambiente perfecto.

 Varios estudios han demostrado la eficacia de la bacteria en la disminución de los tumores tanto en ensayos in vitro como in vivo. Tras el tratamiento con la bacteria, se ha visto que se produce una acumulación de ésta, en particular en las zonas tumorales, donde se induce una respuesta inflamatoria potente, y como consecuencia, la contratación de un gran número de células del sistema inmune innato y adaptativo. Ahora sí, el SI está detectando que hay un bicho extraño y se activa. Qué, ¿A que ya no os parece tan mal bicho la Salmonella?

A nivel microscópico lo que sucede es que el tratamiento con S. enterica  induce un aumento significativo  en el reclutamiento de CD8+, células B, monocitos /macrófagos y neutrófilos tanto en el bazo como en las zonas donde se aloja el tumor. Quedan así reclutadas todas las células inmunitarias para empezar el ataque.

Se ha comprobado que los neutrófilos son las principales células que se infiltran en el tumor  después del tratamiento con S. enterica,  por lo que es razonable plantear la hipótesis de que la detección de la bacteria desencadena la participación de neutrófilos para controlar la infección. Los neutrófilos reclutados actuarían como células presentadoras de antígeno, expresando antígenos tumorales y reclutando así células T específicas al tumor, las encargadas de matar.  Al mismo tiempo, los neutrófilos pueden causar daño tisular directo debido a su capacidad para producir especies reactivas de oxígeno y proteinasas.





Ataque de las células del SI contra el cáncer.
(Adaptación imagen de unapresentación by  lreighard.)

Además los neutrófilos pueden alterar la respuesta inmune a través de la producción de citocinas y quimiocinas proinflamatorias.  Se reclutan así más células inflamatorias, favoreciendo el desarrollo de una respuesta adaptativa  inmune anti-tumoral. Toma ya células tumorales! ¿A quién le vais a tomar el pelo ahora? Al SI ya no!

 También se ha observado que la presencia de S. entérica induce la producción IFN- γ en las células tumorales, el cual ejerce como citotóxico (capacidad para destruir otras céluals) anti-tumoral, contribuyendo a la reducción del tumor.

CONCLUSIÓN:

S. enterica es capaz de colonizar los tumores y disminuir su tamaño, tras la inducción de una respuesta inflamatoria, por  lo que  puede ser considerada como un  agente terapéutico contra el cáncer.

REFERENCIAS:

  • Barbara Chirullo, Serena Ammendola, Leonardo Leonardi3 , et al. Attenuated mutant strain of Salmonella Typhimurium lacking the ZnuABC transporter contrasts tumor growth promoting anti-cancer immune response. Oncotarget ( Jul 20015).
  • Hilda Chávez-NavarroDaniel Dimitri Hernández-Cueto, et al. Salmonella enterica: an ally in the therapy of cancer. Boletín Médico del Hospital Infantil de México (Feb 2015).


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