TODO LO QUE SIEMPRE QUISO SABER SOBRE LA MICROBIOTA INTESTINAL Y NUNCA SE ATREVIÓ A PREGUNTAR

¿Pensáis que sólo estáis hechos de células humanas? ¿No os habíais planteado que quizá no estáis solos? ¿Què?, ¿Que la microbiota no sirve para nada? Mejor seguid leyendo eucariotas, y no os sintáis tan superiores!


¿Qué es la microbiota?


Corte del intestino que ilustra la disposición 
de  las bacteriassobre las microvellosidades .
 Fuente: Angelakis et al. Lancet Infect Dis 2013.
Se conoce como microbiota al conjunto de microorganismos que se encuentran de forma natural en diferentes partes de nuestro cuerpo: en la superficie y en las capas más profundas de la piel (microbiota cutánea), en la boca (microbiota oral), en la vagina (microbiota vaginal), entre otros.

Y de entre todos los microorganismos que conviven con nosotros, en mi opinión, los que  me parecen más interesantes son los que forman la microbiota intestinal.

¿Dónde podemos encontrarlos?

Como su propio nombre indica, la microbiota intestinal se encuentra en el intestino. ¿Entonces estamos rellenos de microorganismo? Técnicamente la cavidad del intestino se considera entorno exterior al cuerpo humano, por lo que aunque pueda parecer que estamos rellenos de microorganismo, estos están en lo que se considera la interfaz cuerpo humano-medio externo. Debemos pensar que son como los microorganismos que recubren la piel, no están en nuestro interior.

¿Y cuantos microorganismos la componen? ¿Muchos, más bien pocos?

Proporción células/bacterias en nuestro cuerpo.
Fuente: Follow your gut by  Rob Knight.

Muchísimos. Nuestra microbiota intestinal contiene 100 billones de microorganismos, incluyendo como mínimo 1.000 especies diferentes de bacterias. Para hacernos una idea, tenemos alrededor de unas diez elevado a trece  células que componen nuestro cuerpo, y éstas conviven con unas diez elevado a catorce células microbianas. Es decir que por cada célula humana hay 10 microbios. De hecho, la microbiota intestinal puede pesar hasta 2 kg, increíble ¿verdad?

Estas bacterias comprenden más de 3 millones de genes, 150 veces más que en el genoma humano (ya que éste está compuesto por unos 20.500 genes). Por otra parte, un dato relevante es que solo un tercio de nuestra microbiota intestinal es común a la mayoría de la gente, mientras que los otros dos tercios son específicos en cada persona. En otras palabras, podríamos describirla como el carnet de identidad personal, ya que es única a cada individuo.

¿Y, para qué queremos la microbiota? ¿ No es mejor estar limpios?

La respuesta es no. Aunque nos esforcemos en manteneros limpios, duchándonos todos los días, y ciudadano nuestra higiene es importante que mantengamos nuestra microbiota, tanto intestinal como la que forma parte del resto de nuestro cuerpo. ¿Es obligatorio “estar lleno” de estos microorganismos? Es más bien necesario para tener una buena salud.  En las sociedades desarrolladas,  han aumentado las alergias y de algunas enfermedades con componentes autoinmunes durante la segunda mitad del siglo XX.  Esto se sugiere que está causado por una higiene excesiva. La falta de exposición a agentes bacterianos en las edades tempranas de la vida podría explicar la creciente aparición de disfunciones del sistema inmunológico. En la actualidad numerosos estudios tratan de clarificar y establecer las posibles relaciones de los microorganismos o sus productos con los trastornos gastrointestinales no infecciosos.

De la misma forma que buscamos a los microorganismos para producir  cerveza, vino, yogur, queso, etc.  Y no les hacemos ningún asco, los que forman parte de la microbiota no son menos importantes ni menos “guays”. Se encargan de realizar muchísimas funciones importantes y beneficiosas para nuestro organismo. Algunas de estas funciones son:

  • Ayuda al cuerpo a digerir ciertos alimentos que el estómago y el intestino delgado no son capaces de digerir. Los microorganismos aportan enzimas, moléculas que intervienen en reacciones químicas y van a permitir contribuir en la degradación de los componentes de la dieta (glúcidos, proteínas, lípidos). A través de este proceso se obtiene energía y nutrientes, tanto para los propios microorganismos intestinales como para el hospedador, nosotros.
  •  Degradación de determinados compuestos tóxicos, favoreciendo de esta manera la eliminación de sustancias carcinogénicas y/o mutagénicas.
  • Contribuye a la producción de algunas vitaminas (B y K), y favorecer la absorción de diversos minerales como calcio, fósforo, magnesio y hierro.
  • Ayuda a combatir las agresiones de otros microorganismos, manteniendo la integridad de la mucosa intestinal. El crecimiento de microorganismos beneficiosos desplaza el crecimiento de microorganismos que serían perjudiciales para los humanos.
  • Desempeña un papel importante en el sistema inmune, actuando como efecto barrera. Producen sustancias bactericidas que impiden el crecimiento de microorganismos patógenos.
  • Una microbiota intestinal saludable y equilibrada es fundamental para asegurar una función digestiva adecuada. La microbiota intestinal tiene gran importancia médica ya que las bacterias pueden influir de forma beneficiosa o dañina sobre la salud del hospedador. Entre los posibles efectos perjudiciales podemos incluir infecciones intestinales, infecciones extraintestinales (fuera de la cavidad intestinal) y carcinogénesis (proceso por el cual se produce el cáncer).
Teniendo en cuenta el importante papel que la microbiota intestinal desempeña en el funcionamiento de nuestro cuerpo y las diferentes funciones que cumple, hoy en día los expertos la consideran como un órgano. Se trata de un “órgano adquirido”.

¡La microbiota intestinal nos controla!

Aunque esta afirmación pueda resultar un poco exagerada, es más que evidente que la microbiota intestinal juega un papel fundamental en nuestro organismo. Como hemos visto, gracias a los microorganismos que conviven con nosotros obtenemos gran cantidad de beneficios, pero no debemos olvidar que están ahí. Es por eso que debemos seguir una dieta equilibrada y apropiada para mantenerla en equilibrio y en buena forma y evitar el exceso de antibióticos que puedan dañarla. Recuerda: ¡No estamos solos eucariotas! Muchos aspectos de nuestra salud están en manos de la microbiota intestinal.

Ya nunca te volverás a sentir sólo/a, ¿Verdad? ¿Eras consciente que en realidad “tú” eras “vosotros”?


By Beatrice the Biologist.




REFERENCIAS:

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